martes, 17 de junio de 2014

EL INEXISTENTE PALACIO DE ORIENTE.


Se suele creer que la fachada principal del Palacio Real de Madrid es la que da al Teatro Real o, dicho de otra forma, la que tiene el gran balcón al que cada cierto tiempo se asomaba Franco para decirnos aquellos discursos que, indefectiblemente, empezaban con un: ¡Españoles!, pero no es así.
El Palacio Real, de planta rectangular, está orientado a los cuatro puntos cardinales y su fachada principal es la cara que da al sur, la da la Plaza de la Armería (antes, Plazuela del Alcázar). La cara occidental es la que se alza sobre el llamado Campo del Moro y el Manzanares;  la parte opuesta a la Plaza de la Armería, la de los Jardines de Sabatini, es la trasera de Palacio y da, claro, al norte y, en fin, el lateral que nos queda, el que tiene el “balcón de los discursos” sobre la llamada “Puerta del Príncipe” y mira al Teatro Real, se orienta, lógicamente, al este.
Tras esta grosera exposición topográfica, deberíamos preguntarnos por qué se llama Palacio de Oriente a un edificio que, ostensiblemente, está al oeste de Madrid. Lo suyo sería llamarle Palacio de Occidente.

Sin ser ningún “boy scout” experto en el manejo de la brújula, el simple hecho de que la autovía A-5, la que va hacia Extremadura y Portugal (es decir, hacia el oeste) arranque a los pies de Palacio, demuestra que el regio edificio se encuentra a occidente de Madrid.
Entonces: ¿Por qué se llama Palacio de Oriente?
Pues muy sencillo: porque lo que pasa es que no se llama así. Lo que se llama “de Oriente” no es el Palacio, sino la plaza que, como se ha dicho arriba, está al este, a oriente, de Palacio.
El Palacio dio nombre a la plaza que estaba en su fachada oriental y ahora esa “Plaza de Oriente” es la que da, erróneamente, nombre al Palacio.
Lo correcto es decir que el Palacio Real está rodeado por la Plaza de la Armería por el sur, el Campo del Moro por occidente, los Jardines de Sabatini por el norte y, por el este…, la Plaza de Oriente.

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