LA VISITA DE FELIPE IV A DOÑANA

El Duque de Medina Sidonia invitó al rey D. Felipe IV, acompañado de su séquito de ¡12.000 personas!,  a una estancia de 5 días en el Coto de Doñana (que por entonces era Soto de Doñana). El 9 febrero de 1624 se inicia uno de los viajes regios más lujosos, si no el más, de la historia de España. Lo que el duque había preparado para sus invitados era:

Para las caballerías, 250 carretadas de paja y 83.000 kilos de cebada.

Para los humanos, se trabajaría en varias cocinas de 40 metros de longitud, dotadas con 4.800 kilos de carbón, para preparar:

44.000 kilos de harina, 4.600 litros de aceite, 100 tocinos, 600 kilos de manteca, 6.000 litros de vinagre, 10 carretadas de sal, 200 jamones, 10.000 huevos, 7.000 kilos de pescado, 1.000 gallinas, 1.000 litros diarios de leche suministrados por 600 cabras recién paridas… Además, todos los días se renovaban importantes partidas de pescado fresco extraídas del cercano mar, o caza obtenida en los bosques del coto.

Junto a esto, para comer sin cocinar, 1.000 barriles de aceitunas, 2.400 barriles de ostras y lenguados en escabeche, 1.400 empanadas de lamprea, 300 quesos, 600 kilos de miel, 2.400 de azúcar, 400 melones, 8.000 naranjas, 3.000 limones, 4.500 kilos de otras frutas, 2.400 de almíbares.

Se habían suministrado 48.000 litros de vino para refrescar el gaznate, apoyados por la “nieve” que cabía en las albardas de 46 mulas.

Y, sobre todo ello, pabellones de lona (4.000 cargas de lonas), caballerizas construidas, graneros, horno, mantelerías, cristalerías, vajillas, música, vestuario de servidores, fuegos artificiales, atracciones, bailes….

La broma le costó al duque de Medina Sidonia 300.000 ducados, que hoy serían unos 27.000.000 de euros. Para poder subvenir esta juerga, el duque tuvo que pedir créditos incluso a sus propios vasallos.

Por cierto, algunos años después, en 1741, este Duque de Medina Sidonia pretendió separarse de España y crear un reino andalusí cuyo soberano sería, casualmente, él mismo. A lo mejor si hubiese sido más ahorrativo…

TOP 10 DE CANEL PARA AMIGUETES

Queridos Amigos

Tengo el placer de editar el Blog que recopila los escritos de mi suegro: Canel para amiguetes. Con mas de 1300 visitas y mas de 50 entradas, he seleccionado para vosotros amigos de todo pelaje, a los que seguramente os guste este tipo de anécdotas históricas cargadas de Ironía y curiosidad, el top 10 de las más vistas ( no necesariamente por este orden) Desde al menos 18 visitas y hasta 108 este decálogo contiene las 10 más vistas:

Salud e Historia!

 

Patrick Narbona

http://canelparamiguetes.blogspot.com.es/2013/04/la-gran-via-de-madrid-fue-rusa.html

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ESPAÑA Y SU FRONTERA CON RUSIA

Rusia, por simples razones comerciales, creó expandiéndose hacia el sur de Alaska y por territorio por entonces español, lo que llamó la América Rusa.

Ese territorio (actual litoral del Pacífico de Alaska, Canadá y los Estados Unidos) nunca fue ocupado ni plena ni oficialmente por Rusia, pero consiguió su control en la zona estableciendo factorías peleteras y pesqueras. Salvo España no había ninguna otra potencia administradora en la zona y, menos los españoles, todos miraban hacia Moscú ante problemas de vecindad que surgiesen en el área. De facto aquello era territorio ruso.

Hasta 1732, en que apareció una expedición cartográfica rusa, no hay registro de otras visitas, salvo algunas de dudosa verosimilitud. Luego en 1741 tuvo lugar la expedición de Bering, que le costó la vida,

En las décadas siguientes hubo varias expediciones autorizadas por los zares que iban creando factorías cercanas a la costa. Nada era oficial, pero nada se hacía sin el fiat de la corona rusa

El primer asentamiento de entidad estuvo en la isla Kodiak. Valga como ejemplo de lo anteriormente dicho el que su fundador, Shelijov, volvió a Moscú en 1790 para renovar el permiso de caza que concedía el zar. Fue definitiva la fundación en 1799 del Fuerte de San Miguel en Sitka, como base de la recién creada Cía. Ruso-Americana, en cuyo accionariado estaba el zar Pablo I. En 1808 Sitka pasó a ser capital de la “América Rusa”.

Por su parte los españoles, ante el avance ruso en Alaska, enviaron desde el Virreinato de Nueva España hacia el norte, diversas expediciones para evitar el despliegue de los recién llegados. En 1789, España tomó posesión, de la isla de Nutka, en la Columbia Británica (Canadá).

El punto más hacia el sur que alcanzaron los rusos fue, en 1812, la Bahía de la Bodega, en California, solamente 80 kms al norte de San Francisco, donde fundaron Nuevo Sebastopol. Como California fue española hasta 1821, no es irreal decir que España y Rusia fueron, hasta esa fecha y en aquel territorio de la costa americana del Pacífico norte, países fronterizos.

BLANCANIEVES , EL AMOR IMPOSIBE DE FELIPE II

Casi todos los cuentos infantiles importantes tienen su origen en leyendas o narraciones folklóricas transmitidas oralmente o, incluso, en textos anteriores en unos cuantos siglos al propio cuento. Los grandes narradores (Perrault, Andersen, los hermanos Grimm, Calleja…) con frecuencia, lo que hacían era, basándose en relatos originales, adaptarlos a los gustos de sus lectores en sus propios ámbitos geográficos, temporales y sociales.

Adaptarlos y dulcificarlos, porque muchos tenían poco de infantiles y más parecían destinados a un público adulto (por no decir pervertido).

Por ejemplo, en “La Cenicienta” primitiva,  las malvadas hermanastras, para que les cupiese el zapato que la protagonista perdió el día de la fiesta, se cortan un dedo del pie. Pero el príncipe, al ver los pinreles sanguinolentos de las malvadas se percata del timo. En castigo unos pájaros sacan los ojos a las cojas mendaces y se los llevan a la Cenicienta como regalo de bodas.

En “Hansel y Gretel”, de origen medieval, los dos hermanos son abandonados en el bosque por sus padres. Descubren una casa con una anciana a la que asesinan, hacen desparecer el cadáver en un horno, roban sus alimentos y, con el botín regresan  con sus papás. “La sirenita”, que con tal de tener piernas acepta ser muda, en el cuento de Andersen se casa, pero en el original se suicida. De “Caperucita” algunas versiones; como es de esperar habiendo un lobo, incorporan episodios de licantropía en los que la fiera, tras merendarse a la abuelita, invita a la niña comer la digo yo que ya correosa carne de anciana. 

En la “Bella durmiente”, también de la Edad Media, el noble no despierta a la princesa con un beso, sino abusando sexualmente de la que cree muerta, abandonándola y dejándola preñada. Vuelve al cabo de unos meses a practicar un poco la necrofilia con la chica, aunque como la encuentra despierta, ahora mantiene relaciones consentidas. Pero su señora (porque resulta que el muy canalla del noble está casado) se entera y decide asesinar a la princesa y a los gemelos fruto del embarazo antes comentado. Además, pretende servírselos estofados a su marido. Pero se frustran sus protervos planes y, al final, ella es ejecutada, de manera que el ya viudo casa sin contradicción con la exdurmiente. Edificante.

“Blancanieves”, cuento de origen germano, ha dado mucho juego. Todas las versiones previas son más cruentas que la que actual de los hermanos Grimm. Se conocen dos fuentes del siglo XIV y una más incluida en el Pentamerón (siglo XVII). Un investigador moderno descubrió que en el siglo XVIII, en Lohr am Main (cerca de Frankfort) coincidieron hechos, personas y cosas que bien pudieran ser la fuente de inspiración de los hermanos Grimm. En 2003 un tío que es el presidente de la Sociedad Europea de Cuentos, anunció que existe una narración 45 años anterior a la de los citados cuentistas, en la que la madrastra no es tal, sino directamente madre. La mala pécora, tras ordenar matar a su hija, pone su corazón (que, como se sabe, era de un jabalí aunque ella lo ignoraba) en sal y se lo come.

Pero el origen más curioso de Blancanieves es el que aporta un historiador alemán,  Sander, que afirma que cuando Felipe II dejó a su esposa María Tudor en Londres y pasó a Flandes para la abdicación de su padre el emperador Carlos V, el “rey prudente” se enamoró de la condesa alemana Margarethe von Waldek siendo su amor correspondido por la teutona. Una confabulación de la nobleza hispana dio un bocado (como entonces se llamaba a una dosis de veneno) a la condesa, que murió así emponzoñada. Los enanitos, según este dizque historiador, sí existieron, pero resulta que no eran tales, sino que eran niños que trabajaban en alguna mina de hierro del condado de Waldek y que, desnutridos y prematuramente envejecidos por su actividad laboral, parecían enanos. Afirma este buen señor que la juvenil condesa solía jugar con esos niños y que los ropajes con los que todos los imaginamos debían ser bastante reales por cuanto, en su pobreza, vestirían con prendas grandes (“heredadas”) e inadecuadas a su edad.

EL ASESINATO DE PRIM

Don Juan Prim Prats (1814-1870) es un personaje cuya biografía es preciso leer, aunque no sea más que porque llegó a general y obtuvo, entre otras condecoraciones, una Cruz Laureada de San Fernando, empezando su carrera militar como sorchi. Por lo demás, se movió en todos los altos estamentos políticos y sociales de España, siempre con absoluta brillantez.

Aunque en 1868 fue uno de los promotores de la Revolución que depuso a Isabel II, tal vez el hecho político por el que pasó a la Historia sea su actividad concitando voluntades para traernos a un nuevo rey, Amadeo de Saboya que, por cierto, lo primero que hubo de hacer al llegar a su nuevo reino el 31 de diciembre de 1870, fue visitar la capilla ardiente en la que reposaban los restos acribillados del general Prim, que tanto había arriesgado (incluso la vida) por sentarle en el trono de San Fernando.

El coche que llevaba a Prim a su casa de Madrid (el actual Cuartel General del Ejército de Tierra) el 27 de diciembre de 1870, salió de las Cortes y tiró por la calle del Turco, hoy Marqués de Cubas (que es la paralela al Paseo del Prado pero por detrás del Banco de España). En esa calle el cochero se tuvo que detener por encontrarse, obstruyendo la calzada, otros dos vehículos. De ellos salieron 3 pistoleros que dejaron en el cuerpo del Presidente del Consejo 8 plomazos. El día 30, Prim murió. ¿Quién lo hizo?

La causa judicial por este asunto formó un expediente de nada menos que 11.500 folios, incorporaba 2.485 declaraciones de peritos y testigos, 89 careos y 105 autos de procesamiento. Al final… nada. No fue posible conseguir ni una sola prueba sólida contra nadie.

Antonio Pedrol Rius (+ 1992), natural de Reus como el general Prim, que fue presidente del Consejo Nacional de la Abogacía, realizó una investigación bastante rigurosa en la que sólo pudo demostrar que fue el radical Paul y Angulo, la mano ejecutora, pero no fue capaz de obtener el nombre de los “autores intelectuales” del crimen. Todo parece indicar que estos autores fueron o bien el general Serrano o bien el Duque de Montpensier (o ambos), pero 120 años después no se tiene certeza de ello.

Crímenes por resolver. Y encima ahora parece que su muerte fue por estrangulamiento.

NOTA DEL EDITOR: sobre esta ultima hipotesis, es interesante este articulo
http://www.libertaddigital.com/espana/2012-11-23/prim-asesinado-bajo-la-proteccion-del-general-serrano-1276475111/
 

TRAGABUCHES

Tragabuches (n. 1780), que fue un bandolero famoso de raza calé, miembro de la banda de los ”Siete Niños de Écija”, se llamaba de verdad  José Mateo Balcázar Navarro aunque, amparándose en un decreto por el que Carlos III autorizó a los gitanos a tomar el apellido que deseasen, cambió su nombre por el de José Ulloa Navarro. El apodo de Tragabuches lo heredó de su padre que parece que lo ganó por exactamente eso: por haberse comido un buche (un borrico recién nacido) de una sentada.

Fue cantaor y torero, yendo en una cuadrilla de diestros de fama de su época hasta  que  tomó la alternativa en Salamanca, un 12 de septiembre 1802. Se la dio un familiar a quien, aquella misma tarde, mató un toro.

Años después, al  cortarse la coleta, se fue a vivir a Ronda dedicándose al contrabando con Gibraltar. Era su compañera una preciosidad de bailaora que se llamaba María “La Nena”, que no sólo le acompañaba en el lecho, sino también en el negocio: él pasaba el género y ella lo comercializaba.

En 1814 le ofrecieron a “Tragabuches” participar en 3 festejos taurinos en Málaga y, aun estando retirado, aceptó. Pero el día en que viajaba hacia la ciudad, su jaca tropezó y él cayó de la caballería lesionándose en un brazo.

Al ver que no podría torear decidió volverse, pero al acercarse a su hogar se dio cuenta de que allí pasaba algo raro. Cuando entró en la casa vio a su mujer con el pelo revuelto y el rostro arrebolado. Parsimoniosamente, sin hacer caso de la bella, sin hablarla, fue pasando de estancia en estancia lentamente, mirando armarios, buscando bajo camas y canapés. Nada.

-Nena. Tengo la boca seca. Voy a la cocina a beber agua de la tinaja.

-¡No, no! Ya te la traigo yo, José. ¡No vayas!

-Deja, Nena –la miró torvo- Ya voy yo.

Cuando Tragabuches entró en la cocina no fue hacia el clavo de donde colgaba el cazo para beber; no. Se fue, con la faca abierta en la mano derecha, directamente hacia la tinaja; dio un manotazo a la tapadera y allí apareció el lívido rostro del sacristán, Pepe “el Listillo”, que parecía implorar piedad con el agua hasta la barbilla y los ojos fuera de las órbitas.

Tragabuches le cogió del pelo con la izquierda (la mano de la verdad de los toreros), tiro de la cabeza hacia arriba y cuando lo tuvo a su altura le atravesó el gaznate con la navaja.

La “Nena” huyó corriendo despavorida hacia al piso de arriba, pero él la siguió, la acorraló y, tomándola por el talle, la tiró por la ventana chocando su cabeza contra el pavimento de la calle y muriendo la pájara “ipso facto”.

El uxoricida, sin alterarse demasiado bajó a la calle, arregló los vestidos de la interfecta para que la gente no le viese las piernas a su chica, montó de nuevo en su jaca y tomó el tole por aquellos breñales…

Tragabuches se hizo bandolero y luego, como se ha dicho, formó parte de “Los 7 niños de Écija”. De todos los que alguna vez fueron miembros de la banda (se conocen 14 bandoleros que en algún momento pasaron por la cuadrilla), es el único de quien se ignora el final que tuvo.