En
septiembre de 1936, Francisco Largo Caballero, padre de este nuestro
protagonista, Luis Largo Calvo, accedió a la presidencia del Gobierno de la
República. Por entonces, el chico estaba prisionero del bando nacional pues, al
iniciarse la contienda, estaba haciendo la “mili” en el regimiento de Transmisiones
del Pardo (Madrid) que pudo darse a la fuga y llegar hasta La Granja (Segovia),
escapando de esta forma de la zona republicana. El mando franquista, aun sin formular
acusación alguna contra él, le mantuvo preso esperando tal vez sacar algún
provecho de tenerle en sus manos.
Siendo
José Giral ministro sin cartera del gobierno del Frente Popular, planteó ante
el ejecutivo el canje de este Luis por José Antonio Primo de Rivera, fundador
de Falange Española, que estaba preso de
la República en la cárcel de Alicante. Pero los grupos políticos representados
en el Consejo se mostraron contrarios al canje. El propio presidente zanjó el
tema con una frase: “No me obliguen ustedes a asumir el papel de Guzmán el
Bueno”.
Pero
a la Falange sí les interesaba el canje y trabajó sobre él. El periodista y
escritor falangista Eugenio Montes, se reunió en París con agentes del Frente
Popular y al regresar a Burgos informó a Manuel Hedilla (jefe de facto de Falange en ausencia de Primo
de Rivera) del resultado de sus gestiones y de que Prieto, ministro socialista,
exigía treinta rehenes (uno de ellos Luis) y seis millones de pesetas a cambio
de José Antonio.
Sin
embargo, pasados unos días Prieto, o quien decía hablar en su nombre, retiró su
oferta aduciendo que la cárcel alicantina estaba custodiada por gentes de la Federación Anarquista Ibérica
(FAI), y que el Gobierno no tenía autoridad para imponer el sacar de allí ni a
ese preso ni a ningún otro.
Como
se sabe, José Antonio fue condenado a muerte. Mas la ejecución de una sentencia
a la pena capital requería que el tribunal se la comunicase al ejecutivo y que su
presidente la devolviese con un “enterado”. El ministro de Justicia llevaba
estos casos al Consejo de Ministros y Largo tenía la costumbre de preguntar a
todos sus miembros su opinión; a la menor pega de uno solo de los ministros el
presidente devolvía la causa al tribunal para que se revisase la sentencia. Así
que cuando llegó la condena a muerte de José Antonio preguntó, como siempre, a
su gabinete si había alguna objeción a la firma. El ministro de Propaganda,
Carlos Esplá Rizo, sugirió dejar el asunto para más adelante, pues con el
fusilamiento del fundador de Falange desparecía la posibilidad de canjear a Luisito.
Largo
le cortó: “Perdone, que le interrumpa. En este momento el Consejo de Ministros
no está deliberando sobre el futuro de mi hijo (…)”. Y continuó: “¿Alguna
objeción a que se remita el enterado al tribunal?”
Tras
un tenso silencio concluyó el presidente: “Se enviará el enterado”.
Tres
días después del fusilamiento de José Antonio, la revista “AHORA”, con una gran
fotografía del chico en la portada, dio la falsa noticia de que: “El hijo del
Jefe del Gobierno ha sido cobardemente inmolado por los asesinos fascistas”. Nunca
se publicó una rectificación.
El
26 de febrero de 1937 pasó Luis a la cárcel de Sevilla, donde estuvo
incomunicado durante 14 meses. Salía al patio durante una hora y el resto del
tiempo lo dedicaba a dormir o a leer; allí podía escribir una carta mensual
(que era censurada) a su familia.
En
mayo de 1943 salió de la cárcel, pero
fue confinado en Monforte de Lemos (Lugo), donde vivía su hermano Ricardo,
teniendo prohibido salir del pueblo y con la obligación de presentarse
semanalmente en el cuartelillo de la Guardia Civil. Allí conoció a quien
convertiría en su mujer.
A
principios de 1946 se le encarceló al relacionársele con alguna actividad del
“maquis” en Lugo. Fue puesto en libertad al poco tiempo, de donde se deduce que
la acusación, si la hubo, no debía ser muy sólida.
En
1948 salió para México con escala de un año en París. Había estado privado de
libertad desde el 20 de julio de 1936, sin haber sido nunca juzgado, por el
único delito de ser hijo de Largo Caballero.
Y es que era poco delito ser hijo de Largo Caballero?
ResponderEliminarSer hijo no es ningún delito...si lo fuera a ti también deberían juzgar te por ser hijo de tu madre.
ResponderEliminarEl hijo de Largo Caballero intervino en el golpe de estado del 34. Eso no es delito? Donde estaba el delito de José Antonio?
ResponderEliminarNo tengo información para opinar.
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