miércoles, 8 de enero de 2014

PERIÓDICOS DE UN SOLO EJEMPLAR.


Hoy en día, con los medios modernos de impresión gráfica, no cuesta ningún esfuerzo (ni dinero) confeccionar un periódico de un solo número para una actividad concreta y circunstancial, pero hace años aquello no era tan fácil ni tan barato.
Contaré dos casos de ediciones periodísticas de un solo ejemplar.
El primero corresponde al DIARIO DE BARCELONA, periódico fundado en 1792 y cerrado en 1909. En diciembre de 1874, era un diario monárquico y ya era decano de la prensa española, pero parece que ambos títulos no bastaron para evitar un cierre gubernativo de 8 días.
El dueño, Antonio Brusi y Ferrer, estaba por aquellos días enfermo y en cama, así que el director, Juan Mañé, decidió, para no darle ningún disgusto que pudiese afectar a su salud, ocultarle la sanción y hacerle llegar  un ejemplar del periódico, que era el único que se tiraba, para que el propietario pudiera leerlo todos los días. Como anécdota añadida, se cuenta que uno de los días hizo venir al director, echándole una bronca horrible porque resultó que una misma noticia se había publicado dos días seguidos.
El otro caso se produjo en el moscovita PRAVDA, órgano oficial del Partido Comunista de la Unión Soviética entre 1918 y 1991.
Vladimir Antonov Ovseenko, antiguo bolchevique de origen judío, era el cónsul general de la Unión Soviética en España durante la Guerra Civil. Había llegado a intervenir tanto en las decisiones republicanas que hasta asistía a los consejos de ministros del gobierno de Cataluña. Pero un buen día recibió un recadito de Stalin para que se volviese a Moscú.
Ovseenko sabía lo que le pasaba a todos los llamados por Stalin a la capital rusa, así que fue demorando su regreso. Desde Moscú le dijeron que no tenía que estar preocupado, que le llamada del “padrecito” era para nombrarle Comisario del Pueblo (Ministro) de Justicia. Pero Ovseenko no tragó y se mantuvo terne en no viajar a Moscú.
Para convencerle, la NKVD (Comisariado del Pueblo para asuntos internos) elaboró un periódico de un solo ejemplar, en el que aparecía su nombramiento en primera página, y se lo envió. El cónsul cayó en el garlito, regresó y a los pocos días de llegar a Moscú casualmente desapareció.
Y eso que PRAVDA en castellano quiere decir “verdad”.

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