viernes, 11 de enero de 2013

LA VÍA DE LA PLATA



Cuando un viajero actual se planta ante la llamada Ruta de la Vía de la Plata, cree que está en un camino histórico que tiene sus extremos en Sevilla y en Gijón (tal y como indica su guía turística) y que, por su nombre, tiene alguna relación con el descubrimiento de América y de la llegada a España del argénteo metal del Nuevo Continente.
Nada más lejos de la realidad. La Vía de la Plata primigenia era una vía romana de carácter militar, que unía Emérita Augusta (Mérida) con Asturica Augusta (Astorga).
El nombre “de la Plata” tampoco tiene que ver con el noble y blanco metal. El nombre que dieron los invasores musulmanes a esta vía romana era el de al-balat, “el camino”. Desde ahí la palabra fue degenerando hacia “balata”, “palata” y, por fin, “plata”.
La actual “Ruta de la Vía de la Plata” llega, como se ha dicho, hasta Gijón, pasando por León pero saltándose a Astorga, que era uno de los extremos de la vía primigenia.

Turismo 1; Historia 0.

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