UNO.- Aunque Pompeyo el
Grande había sido definitivamente derrotado por Julio César en la batalla de
Farsalia (48 a. C.) y, más tarde, asesinado en Egipto, sus hijos no se rendían
y seguían dando el follón intentando mantener viva una guerra civil que ya era
imposible volver a poner en pie.
Tras algunos choques en
África, el mayor de los hijos, Cneo, se planta en la provincia de Córdoba.
César, que estaba en Roma celebrando aún su victoria en Farsalia, se da cuenta
de que hay que actuar con rapidez y sale a toda velocidad en dirección a la
Hispania Ulterior.
Llega a Obulco
(Porcuna, en Jaén) en 26 días. El itinerario es de 2.600 kms, con lo que no es
mala velocidad aunque tal vez no sea para récord. Pero mejora la opinión sobre
el ritmo de marcha si se sabe que César no viaja a caballo, sino que lo hace en
litera y escribiendo algunas páginas de su De
bello hispánico (si es que lo escribió él, que es dudoso).
DOS.- Al morir Nerón
(69 d. C.), un liberto llamado Icelo sale a toda velocidad de Roma, para avisar
a su antiguo amo de que el trono imperial está vacante.
El amo, que era el
futuro emperador Galba, estaba por entonces en Clunia (Berlanga de Duero, en
Burgos) y se calcula que desde la capital del imperio hasta allí había una
distancia de 2.100 kms. Bueno, pues según nos informa Plutarco, Icelo hizo ese
viaje en 7 días. No está mal.
TRES.- En 1476, la
muerte de Rodrigo Manrique (el involuntario protagonista de las “Coplas a la
Muerte de su Padre” de su hijo Jorge), deja vacante el cargo de Gran Maestre de
la Orden de Santiago y D. Alonso de Cárdenas se postula para el puesto.
Se convoca una reunión
de los “trece” (los 13 caballeros con derecho a voto) de la Orden en Uclés
(Cuenca). Pero los Reyes Católicos quieren el maestrazgo para sí, con lo que
Isabel ha de intervenir con rapidez.
Dejo la narración ahora
en manos de la historiadora Peggy K. Liss “En tres días, Isabel recorrió los
360 kilómetros que separan Uclés de Valladolid. Su llegada se produjo en
diciembre, bajo una lluvia torrencial, cuando estaban a punto de elegir al
nuevo Maestre”.
Y hay tres datos que no
se recogen en el párrafo de Liss: a) que la reina era una cría de 25 años; b)
que hubo de pasar el puerto de Guadarrama que, en diciembre, suele estar nevado
y c) que cada uno de los 13 tíos con los que iba a tenérselas tiesas, era más
poderoso militarmente que ella.
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