martes, 9 de abril de 2013

CERVANTES, SHAKESPEARE Y SANTA TERESA


Corre la voz entre la gente de que la mejor pluma de la literatura española y su correspondiente de la literatura en lengua inglesa, murieron en la misma fecha. Ahora veremos si es ello cierto.
Don  Miguel de Cervantes Saavedra descansó en el Señor el día 22 de abril de 1616. Pero como fue enterrado al día siguiente, se admite habitualmente que murió el 23 de abril.
Lo curioso es que se admite de forma interesada, porque así se puede hacer coincidir la fecha de su muerte con la de William Shakespeare que, en efecto, sí se produjo el 23 de abril de 1616.
Pero aun así, esta concordancia de destinos está embutida forzadamente.
Shakespeare murió en su ciudad natal, Stratford-upon-Avon, cuando el calendario de su casa marcaba, en efecto, el día 23 de abril de 1616. Ese calendario era idéntico al de la casa de Cervantes. Idéntico pero…



El papa Gregorio XIII había instituido en 1582 el luego llamado Calendario Gregoriano, aún hoy en vigor en occidente. Para lo que aquí interesa, hay que decir que los científicos vaticanos habían descubierto que el calendario anterior, el juliano, había ido acumulando un error que, para entonces, alcanzaba ya los 10 días de más. Ahora era la oportunidad de descontarlos, así que, por medio de su encíclica Inter Gravissimas, ordenó que los calendarios nacionales se atuviesen a la nueva norma que, para empezar:
Al jueves aún juliano, 4 de octubre, debería seguirle el viernes, ya gregoriano, 15 de octubre. Es decir, que los 10 días contados erróneamente de más quedarían absorbidos por esta maniobra.
Los países adoptaron la norma papal tanto más pronto cuanto más católicos eran, con lo que, en principio, acudieron a la normativa vaticana España, con sus posesiones europeas (los territorios de ultramar se incorporarían un año después), Portugal, Italia y la parte católica de la actual Polonia.
Pero aunque España, como digo, había adoptado el sistema en 1582, Inglaterra no lo haría hasta 1752. De esta forma, cuando el calendario de su dormitorio señalaba 23 de abril de 1616 murió Cervantes. Y pasó el alma de Shakespeare a mejor vida 10 días más tarde, pero en el calendario de su alcoba se podía leer, también correctamente, que era 23 de abril de 1616.
A la biografía de Santa Teresa de Jesús también le afectó este cambio en el sistema de contabilidad cronológica.
La normativa de Felipe II para el cambio de calendario establecía un plazo de adaptación que vencía obligatoriamente el día 4 de octubre de 1582. Exactamente ese día fallecía la santa escritora, así que a mucha gente que se acerca a su biografía le desconcierta observar que murió el 4 de octubre pero fue enterrada, a las 24 horas…  ¡el día 15!  La confusión de ciertos biógrafos de la santa fue tal, que algunos aventuraron que entre el 4 de octubre y el 15, se produjo un periodo de 10 días durante los cuales Santa Teresa había permanecido insepulta.
]

No hay comentarios:

Publicar un comentario