El arrabal de Saqunda era una
barriada muy populosa de Córdoba, en los tiempos en que la ciudad era capital
del emirato.
Para quien conoce Córdoba,
Saqunda se ubicaba en la lengua de tierra que ocupa el meandro del Guadalquivir
en donde, por la torre de la Calahorra, desemboca el extremo sur del puente
romano. Sus límites actuales serían, el mismo río y, aproximadamente, la Ronda
de Poniente y la A-4.
En los tiempos del emir Alhaken
I (796-822) en ese arrabal vivían solamente
dhimmníes; es decir, infieles,
ya fuesen estos judíos o cristianos, que no eran gente digamos que
económicamente poderosa.
Es el caso que, en un ambiente
de alta tensión fiscal, religiosa y política, un buen día de 818 saltó una
chispa. Una discusión entre un guardia de palacio y un armero del arrabal se
liquidó con la muerte de éste. Se levantó Saqunda y algún otro barrio
extramuros de la ciudad, pero Alhaken,
tras crudelísima matanza, consiguió controlar la situación no sin antes
incendiar todas las viviendas de los dhimmníes. El saqueo,
la represión y el degüello habían durado tres días, pasados los cuales
el emir ordenó alto el fuego.
Y ahí se acabó Saqunda. Los 300
principales cabecillas del arrabal fueron crucificados bocabajo en las orillas
del Guadalquivir. La población fue expulsada de allí, sus casa derribadas,
levantados sus cimientos y el terreno roturado y sembrado de sal; en el área se
estableció un cementerio. Aún en el siglo XIX nadie había vuelto a edificar en
esa zona.
Así que en la primera quincena de abril de 818, cerca
de 20.000 familias del arrabal salieron de sus casas en calidad de deportadas.
El emir las obligó a ir en grupos pequeños, con lo que durante el viaje eran
atacados por cuadrillas de bandidos que les robaban lo poco que llevaban
consigo.
Un grupo pequeño se dirigió a Toledo; uno mayor, unas
5.000 familias, marchó a Fez, donde Idris II les alojó en un barrio de la
recién fundada ciudad de Fez que, aún hoy en día, se llama “de los andaluces”.
Las demás, unos 15.000 cordobeses, embarcaron en
Pechina (Almería) desde donde, por razones no bien conocidas, partieron hacia
Alejandría, en Egipto. Al llegar se apostaron en los alrededores de la ciudad
y, claro, los alejandrinos pretendieron expulsarles. Pero no sólo no les fue
posible, sino que los exiliados se revolvieron, les derrotaron y, a la
española, les pasaron a cuchillo quedando desde entonces dueños de la ciudad.
Los cordobeses se habían aliado con miembros de alguna
tribu enemiga de Alejandría, pero al fin se deshicieron de ellos derrotándoles
también.
En 827, sin embargo, tras varios intentos, el gobernador de Egipto recuperó
la ciudad. No expulsó militarmente a los cordobeses, sino que pactó con su jefe
la salida de los expatriados hacia la isla de Creta, donde quedarían
establecidos. El citado jefe se llamaba Abú
Hafs Umar al-Ballutí (el Bellotero), natural de Fash al-Ballut, el Llano
de las Bellotas, en Los Pedroches.
El Bellotero con sus hombres llegó a Creta y allí
fundó un emirato independiente, de carácter hereditario, que perduró nada menos
que casi siglo y medio. La presencia de
los saqundíes en Creta no gustó demasiado en Bizancio, que nunca supo muy bien
si los conquistadores estaban allí a título personal o en nombre de al-Andalus.
Los cordobeses se dedicaron a la piratería, así que los
bizantinos estaban como locos por reconquistar la isla y desalojar de allí a
los proscritos. No lo consiguieron hasta que Nicéforo Focas, futuro emperador bizantino, al
mando de la mayor flota jamás armada por el imperio, tras un año de asedio a la
capital, la consigue ocupar en medio de un baño de sangre (961).
Los supervivientes fueron tomados
como esclavos. Abd
al-Aziz al-Qurtubí (el Cordobés),
último emir de esta saga, fue exhibido junto a su hijo Numan como trofeo en la
capital imperial durante la celebración del triunfo. Un segundo hijo, Anemas,
se hizo cristiano y sirvió al emperador bizantino, muriendo 2 años después en
una batalla contra los rusos.
HISTORIA
PARA AMIGUETES.- XXIX
13
DICIEMBRE DE 2012
Muy interesante lo que no llego a entender del todo es que en su origen eran cristianos, supongo que muy arabizados, y pronto a pesar del castigo se debieron hacer musulmanes, los de Fez y Creta.
ResponderEliminarUn saludo