sábado, 1 de diciembre de 2012

SAN MARCELO (de Historia para amiguetes XXVII)



San Marcelo fue un centurión romano que sirvió en la Legio VII Gemina Pia Felix. Nació o, por lo menos, vivió en León (hay en la actual calle Ancha un oratorio donde se cree que estaba su casa y la de su familia) durante la segunda mitad del siglo III y hoy en día es el patrón de la ciudad.

En 298, aunque todas estas fechas son dudosas, con motivo de la fiesta de los emperadores las tropas hubieron de rendirles honores acaso excesivos (hay diversas versiones). Marcelo se negó a adorarles y, quitándose el tahalí, arrojó al suelo el cinto, la espada y la vara de mando de centurión (un sarmiento seco), mientras proclamaba que era cristiano y que no adoraría a nadie más que a su Dios.
Fue detenido por insubordinación y juzgado en primera instancia en León y después en Tánger. Allí fue condenado y decapitado. Sus restos los encontró en esa ciudad una unidad militar portuguesa en 1471 y, ya en 1493, Fernando el Católico se hizo con ellos y los llevó a León.
En 299, un magistrado romano llamado Diogeniano mantuvo una controversia dialéctica de asunto religioso con tres jóvenes cristianos. ¿Controversia dialéctica? Bueno, no tan dialéctica, porque el debate terminó con que los tres seguidores de Cristo fueron degollados en León (30 de octubre). Sus nombres eran Claudio, Lupercio y Victoriano; los tres subieron a los altares y los tres eran hijos de San Marcelo.
Al año siguiente, 300, los legionarios Emeterio y Celedonio hicieron profesión de fe cristiana ante su jefe que, in continenti, les detuvo y les envió a Calahorra. Allí fueron torturados y, por fin, degollados. Parece que, una vez muertos, el anillo de uno de ellos y el pañuelo moquero del otro (espero que limpio), subieron hacia el cielo hasta que se perdieron de vista. Los nombres de estos dos mártires y santos eran los de Emeterio y Celedonio. Los 2 eran hijos de San Marcelo.
El 23 de octubre de ese año, fueron degollados en Cádiz, tras crudelísimos tormentos, los cristianos Servando y Germano. Alcanzaron la santidad y hoy son patrones de esa ciudad. Los dos eran hijos de San Marcelo.
El 27 de noviembre de 304, Facundo y Primitivo fueron degollados. Se habían negado a adorar a un ídolo pagano y fueron castigados a sufrir torturas tales como tenerles tres días dentro de un horno encendido, envenenarles (el envenenador se convirtió al ver que su ponzoña no hizo efecto), arrancarles algunos de  sus nervios, quemarles con aceite hirviendo e, incluso, sacarles los ojos. De sus heridas brotó sangre y leche. Ambos fueron elevados a los altares y también los dos eran hijos de San Marcelo.
El 13 de octubre del mismo año, Fausto, Januario, y Marcial, los tres  cristianos, se presentaron en Córdoba ante Eugenio, gobernador de la Bética, exigiéndole el cese de la persecución a los cristianos. Eugenio les hizo torturar uno a uno y en presencia de los otros dos. Ninguno de ellos abjuró. Al final decidió quemarles. Los tres son santos de la Iglesia Católica y los 3 eran hijos de San Marcelo.
Y ahora la sección femenina: santa Victoria, torturada y asesinada, también fue hija de San Marcelo y, claro, necesariamente Nonna (o Nunia o Nuña), esposa de San Marcelo y madre de estos 13 fenómenos, también es santa y tiene una iglesia en León. Y para terminar diré que, en algún santoral, he leído que también fue santa… ¡la criada de la casa! (lo creo: aguantando tanto niño santo…), pero no soy capaz de recuperar esa información.

29.11.12



 

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