martes, 30 de julio de 2013

CERDOS CONTRA ELEFANTES

Al hombre siempre le han gustado las peleas de animales. No sólo  las peleas entre gallos, perros o serpientes, sino también a lucha entre bichos de diferentes especies: toros contra tigres, tigres contra leones, osos contra tigres… Pero la Historia registra un enfrentamiento sorprendente.
A la muerte de Alejandro Magno (323 a. C.) su imperio quedó repartido entre sus generales, a los que se conoce como diácodos  (sucesores). Pronto su ambición les llevó a pelear entre ellos y así anduvieron durante 20 años.
Uno de estos diácodos, Antígono, al que, por tuerto, el pueblo apodó  Polifemo y la Historia Monoftalmos, asediaba la ciudad ática de Megara que, aunque había correspondido en el reparto al general Antipatros, ya se la había madrugado, manu militari, otro general: Casandro.
Cuenta Polibio que en una batalla en los alrededores de Megara, las tropas de Antígono atacaron  a las sitiadas con elefantes, pero los de Casandro, para defenderse, untaron con grasa a los cerdos de la ciudad y, tras prenderles fuego, los lanzaron contra el ejército de proboscídeos.
No tanto por las llamas, que pronto se apagaron, como por lo horrísono de los chillidos que daban los gorrinos debido al escozor que les producían las quemaduras, los elefantes, asustados, se desmandaron y la ciudad se salvó.
Pero Casandro aprendió la lección y, desde entonces, ordenó que sus elefantes, como parte de su instrucción, conviviesen con los cerdos para que se acostumbrasen a sus gruñidos y estridentes gritos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario