Al fallecimiento de la reina Isabel (1504) se planteó el
problema de su sucesión. Como Juana había sido jurada dos años antes sucesora
del trono castellano junto a su marido Felipe “el Hermoso”, su padre Fernando
“el Católico” la coronó reina de Castilla, aunque reteniendo de facto las riendas de la acción
política del reino.
Pero Felipe “el Hermoso” hizo valer sus derechos sobre la
corona castellana pues, como se dijo, había sido también jurado heredero junto
a Juana. Suegro y yerno llegaron a un acuerdo (1505) para gobernar
conjuntamente entre Felipe, Fernando el Católico y la propia Juana.
Así que ya tenemos que Juana es reina de Castilla desde 1505.
Y como “el Hermoso” muere en 1506 y “el Católico” en 1516. Ya, sin mayores
estorbos ni regencias, Juana es la reina de Castilla y Aragón. Bien es cierto
que desde 1509 su padre la tenía encerrada, por loca, en el castillo de
Tordesillas (Valladolid), pero no por eso dejaba de ser la reina titular.
¿Cómo se puede dejar de ser reina? Yo creo que sólo de tres
formas. O por abdicación, o porque te depongan del trono o por muerte.
El futuro Carlos I de España y V de Alemania, que vivía aún
en Flandes, al morir su padre Felipe “el Hermoso” empezó a intitularse rey de
España. El Consejo de Castilla, el principal órgano de la administración del reino,
se dirigió al chico sólo 10 días después del deceso (tenía 15 años), pidiéndole
que respetase los títulos de su madre, que estaría como un cencerro, sí, pero
que seguía siendo la reina. Pero otros 10 días más tarde, en el funeral de
estado de Fernando se oyó gritar al mayordomo de la casa real:
-¡Vivan los católicos reyes doña Juana y don Carlos su hijo! ¡Vivo es el
rey! ¡Vivo es el rey! ¡Vivo es el rey!
Y, para redondear todo esto,
Carlos fue jurado como rey de España en unas más que agitadas Cortes en
Valladolid. (1518).
Pero, a todo esto, ¿La reina
Juana había sido depuesta? ¿Había abdicado? ¿Había muerto? No, ninguna
de las tres cosas, luego técnicamente su hijo Carlos I reinaba en España en
calidad de usurpador, porque los españoles ya teníamos una soberana propietaria
de la corona.
Y así siguieron las cosas;
Juana la Loca nunca fue depuesta y nunca abdicó. Pero lo que sí que hizo fue
morirse.
Tuvo lugar el óbito el 12 de
abril de 1555 y, por tanto, como Carlos se intitulaba rey nuestro desde 1516,
desde esa fecha hasta la muerte de su madre, 39 años, había estado ejerciendo
de rey sin derecho alguno.
Desde que murió su madre ya
podía llamarse Carlos I, sin contradicción, rey de Aragón y de Castilla. Pero
resultó que en enero de 1556 Carlos ya no aguanta más y abdica el reino de
España en las manos de su hijo Felipe (que sería Felipe II). Así que sólo fue
rey de verdad, de pleno derecho, desde
la muerte de su madre hasta su propia abdicación: entre abril de 1555 y enero
de 1556; es decir, sólo 9 meses.
Son sapos que se traga la
Historia.
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