lunes, 25 de marzo de 2013

LA PLÚMBEA CAÍDA DEL IMPERIO ROMANO

La caída del Imperio Romano de occidente en 476, ha dado lugar a abundantísima literatura. El episodio es decisivo en la Historia (no olvidemos que es el hito que marca el paso de la Edad Antigua a la Media) y por eso ha producido tal cantidad de estudios e interpretaciones.
Las causas de esa “caída”, en una taxonomía un tanto grosera, se pueden clasificar en 5 grupos:
1.- Desmoralización de la población: desinterés por la res pública.
2.- Razones sociales: crecimiento de un cristianismo transnacional; revueltas sociales (la bagaudia); primeros balbuceos del feudalismo.
3.- Razones económicas: escasez de oro; cambio climático; crisis del modelo de producción a base de esclavos.
4.- Razones sanitarias: hambrunas, plagas y…
5.- ¡Y el plomo!
Sesudos sabios (miembros de conspicuas instituciones académicas), creen firmemente que el saturnismo, que es la intoxicación por plomo, a través sobre todo del vino, volvió majareta a la clase dirigente romana. Uno de esos investigadores, de nacionalidad canadiense, publicó esta información en el New England Journal of Medicine (Marzo 1983).

En Roma, las fórmulas para elaborar vino aconsejaban utilizar marmitas de plomo y, para su mejor conservación, hervirlo en peroles de ese metal.  Textualmente se puede leer: "el vino debe hervirse a fuego lento en recipientes de plomo ya que en vasijas de cobre toma mal sabor”.

La aristocracia ingería gran cantidad de plomo diariamente; tal vez hasta  250 mg/día. Por su parte, las clases bajas y los esclavos sólo se atizaban de 30 a 15 mg/día. La Organización Mundial de la Salud (OMS) considera 40 mg/día el límite para no llegar a la intoxicación.
Pero aún hay más. Otros tan sesudos historiadores científicos como los anteriores, mantienen que el hecho de que los romanos de las ciudades tuviesen con frecuencia en sus casas y en el servicio de cloacas municipal (como se puede ver en Pompeya) cañerías de plomo, hizo que se fueran envenenando poco a poco, no solamente por el consumo de agua contaminada por ese plomo sino también por la permanente emanación saturnina.
Paralelamente, claro, los romanos se fueron volviendo medio gilipuertas también poco a poco. Así se hunde cualquier imperio.

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