Se calcula que D. Félix Lope de Vega y Carpio (1562-1635),
llamado “el Fénix de los Ingenios”, considerado el más prolífico literato de la
Historia, escribió en su vida alrededor de 1.900 obras dramáticas, 9 epopeyas,
7 novelas (4 de ellas cortas), 3 poemas didácticos y unos 3.000 sonetos.
La cantidad es apabullante, pues no en vano se trata del
record, pero la realidad es que trabajando 8 horas diarias y “librando” las
fiestas de guardar, que por entonces se libraba, trabajó 150.000 horas.
¿Seguro?
Pero, claro: no todos los días se podía escribir, por ejemplo
durante los viajes; ni todos los días podía dedicar 8 horas a la literatura,
por ejemplo cuando trabajaba en otras cosas para los demás. Así que echemos una
ojeada a las cosas que hizo en su vida este buen señor, además de escribir:
Dedicó 6 años al
estudio. Se enroló en dos aventuras navales (la de las Azores y la de la
Invencible). Se escapó de la casa familiar en una ocasión. Se le contabilizan
más de veinticinco viajes por toda la Península. Estuvo preso en una ocasión y
luego desterrado de la Corte durante 8 años. Trabajó como secretario de 6
nobles diferentes. Alrededor de su sacerdocio, desempeñó otros seis empleos
relacionadas con la Iglesia y, en fin, sus biógrafos mencionan hasta 6 momentos
de su vida en que padeció enfermedades graves.
Bueno, se dirá alguien;
si se tiene la suficiente paz y tranquilidad en casa, el tiempo de trabajo se
aprovecha mucho. De acuerdo, lo que pasa es que Lope estuvo casado dos veces y
se le cuentan, al menos, otras 6 amantes fijas y coincidentes en el tiempo con
sus dos mujeres o con su ministerio sacerdotal,
mientras que de hijos (en el matrimonio o naturales), le salen unos
diez, casi todos muertos durante la vida del poeta. Y digo “unos” porque no
creo que haya contable capaz de desentrañar la maraña.
El 24 de agosto de 1635 madruga y luego se encierra en su
estudio. Por la tarde asiste a una conferencia sobre medicina y tiene un
desmayo. El 25, después de visitarle un médico, se cepilla el tío un soneto y
un poema, “Al siglo de oro”, de 246 versos. El 26 dicta testamento y recibe la
extremaunción. El 27 muere.
Lope, de quien se dice que escribió 1.800.000 versos, acabó
su primera obra dramática cuando no tenía más que 12 años, lo que quiere decir
que escribió durante 60 años. Si la antevíspera de su muerte fue capaz de
escribir 260 versos, quiere decir que, a ese ritmo diario, alcanzar el millón
ochocientos mil le costaría 6.923 días.
Como ya digo que escribió durante 60 años, le hubiese bastado escribir un día sí
y dos no.
Desde luego, no hay nada como trabajar un poquito (por lo que
cuentan).
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